Ya hace tiempo que la Unión Europea inició el cambio para terminar con las temidas “marañas de cables” y la variedad de cargadores por modelo y tipo de aparato electrónico. El horizonte se fijaba en 2024 como fecha en la que empezaría a ser obligatorio el puerto USB tipo C en todos los estados miembros de la UE. En el caos de España el cargador universal será obligatorio a partir de 2025.
Este cambio busca reducir significativamente los residuos electrónicos y facilitar la vida de los consumidores. A continuación, te contamos qué dispositivos se verán afectados, cómo se adaptará la normativa a futuras tecnologías y qué significa para los consumidores.
Dispositivos incluidos en la normativa
La ley abarca una amplia gama de dispositivos electrónicos que utilizamos en nuestro día a día. Entre ellos se encuentran los teléfonos móviles, tabletas, cámaras digitales, auriculares, consolas de videojuegos portátiles, altavoces portátiles, lectores electrónicos, teclados, ratones, auriculares y dispositivos de navegación portátiles. Además, los ordenadores portátiles también estarán sujetos a esta normativa, pero tendrán un período de adaptación más largo: deberán cumplir con los nuevos requisitos dentro de los 40 meses posteriores a la entrada en vigor de la ley.
Adaptación a las nuevas tecnologías
Uno de los aspectos más importantes de esta normativa es su capacidad para adaptarse a las innovaciones tecnológicas. La Comisión Europea podrá ajustar el alcance de la ley, especialmente en lo que respecta a soluciones de carga inalámbrica, una tecnología en crecimiento que podría hacer que los cables sean cosa del pasado. Esto asegura que la ley se mantenga vigente y actualizada a medida que la tecnología avanza.
Libertad para el consumidor: comprar sin cargador
Una de las grandes ventajas para los consumidores es que, gracias a esta nueva ley, no será necesario adquirir un cargador cada vez que se compre un dispositivo nuevo. Ahora, será posible comprar los dispositivos con o sin cargador, algo que no solo reduce el coste para los usuarios, sino que también contribuye a la disminución de residuos innecesarios.