El pasado 18 de marzo de 2025 se aprobó en España el Real Decreto 214/2025, una norma clave dentro de la estrategia nacional contra el cambio climático. Esta nueva regulación establece la obligatoriedad para determinadas empresas de calcular, publicar y planificar la reducción de su huella de carbono, además de regular los mecanismos de compensación y los proyectos de absorción de CO₂.
¿Qué es la huella de carbono?
La huella de carbono organizacional es un indicador que mide la totalidad de gases de efecto invernadero (GEI) emitidos, directa o indirectamente, por una entidad durante un periodo determinado. Este dato permite identificar las principales fuentes de emisiones dentro de la organización, establecer objetivos de reducción y aplicar medidas de mejora.
En el contexto de la gestión de residuos, como los Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (RAEE), el cálculo de la huella de carbono permite evaluar el impacto ambiental asociado a su tratamiento, transporte y disposición final, y avanzar hacia modelos más sostenibles basados en la economía circular.
Si te interesa, recuerda que aquí te mostramos cómo puedes reducir tu huella de carbono en casa
¿A quién afecta esta nueva normativa?
A partir de 2026, estarán obligadas a calcular su huella de carbono todas aquellas empresas que, conforme a la legislación vigente, estén obligadas a presentar un estado de información no financiera (Ley 11/2018).
Estas empresas deberán:
- Calcular su huella de carbono anualmente.
- Publicarla en sus informes de sostenibilidad.
- Elaborar un plan de reducción a cinco años, con medidas reales, medibles y alineadas con el Acuerdo de París y los objetivos europeos de neutralidad climática para 2050.
Además, todas las entidades del sector público estatal deberán inscribirse en el Registro nacional de huella de carbono, compensación y proyectos de absorción de CO₂, gestionado por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. Para el resto de empresas, esta inscripción sigue siendo voluntaria, pero altamente recomendable.
¿Qué beneficios aporta este registro?
El Real Decreto 214/2025 no solo refuerza el marco legal, sino que introduce varias novedades para mejorar la trazabilidad, transparencia y utilidad del registro:
- Se podrán inscribir nuevos tipos de proyectos de absorción, como los vinculados al carbono azul (ecosistemas marinos y costeros) o eventos sostenibles.
- Se implementa un sistema más riguroso de seguimiento y control, garantizando la fiabilidad de los datos registrados.
- Las organizaciones podrán utilizar un sello oficial como distintivo de su participación, lo que aportará valor reputacional y visibilidad a su compromiso ambiental.
¿Y las pequeñas y medianas empresas?
Aunque las pymes no están obligadas por esta normativa, calcular y gestionar su huella de carbono puede representar una ventaja competitiva. Entre los beneficios destacan:
- Mejor posicionamiento en licitaciones públicas.
- Acceso a mercados y clientes con criterios ambientales exigentes.
- Reducción de costes operativos mediante una gestión más eficiente de los recursos.
- Anticipación a normativas futuras.
Además, las pymes pueden realizar el cálculo e inscribirse voluntariamente en el registro, accediendo a herramientas de apoyo y reconocimiento institucional.
Huella de carbono y gestión de RAEE
El tratamiento de residuos electrónicos también forma parte del impacto ambiental de las organizaciones. Elegir gestores autorizados, promover la recogida selectiva, fomentar la reparación y reutilización y asegurar el cumplimiento de las normativas de RAEE son acciones que contribuyen a reducir la huella de carbono organizacional.
¿Dónde informarse ?
El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico mantiene actualizada la información sobre el Registro nacional de huella de carbono en su web oficial.
Las organizaciones interesadas pueden consultar las guías técnicas, herramientas de cálculo y procedimientos de inscripción para comenzar su transición hacia una gestión más sostenible y alineada con los compromisos climáticos globales.