European recycling Platform es un Sistema Colectivo de Responsabilidad Ampliada del Productor que opera en Europa, América y Asia además de colaborar con regiones que desarrollan normativas similares a la española en gestión de residuos. en nuestro país ERP está enfocado en los residuos eléctricos y electrónicos (RAEE), y de pilas y baterías (RPA).

Su trabajo consiste en facilitar a los productores adheridos (empresas fabricantes o importadores) el cumplimiento legal de sus responsabilidades medioambientales como productores.

En este sentido son las legislaciones, tanto la europea como la española quienes marcan la pauta a seguir en la recogida y gestión de este tipo de productos cuando se convierten en residuos. De esta manera se establecen normativas que detallan la responsabilidad de los productores a la hora de organizar y financiar dicha gestión.

El director general de ERP en España, Matías Rodrígues, nos habla con detalle sobre el compromiso y papel de la plataforma en España y Castilla-La Mancha.

«En ERP España tenemos un fuerte compromiso con la concienciación. Por ello, colaboramos con diferentes entidades y administraciones públicas en el desarrollo de campañas destinadas principalmente a los consumidores, pero también a otros públicos más profesionales» afirma Rodrígues.  «Creemos que dar información y concienciar sobre la correcta gestión de nuestros residuos es un paso previo indispensable para lograr nuestras metas. Un ciudadano informado y concienciado hará un mejor uso de sus productos, y cuando estos lleguen al final de su vida útil, los desechará adecuadamente. Además, amplificará el mensaje entre sus familiares y amigos».

¿Qué papel tiene su entidad en Castilla-La Mancha?

Nuestra labor como SCRAP  es garantizar la correcta recogida selectiva y gestión de los residuos que recogemos, así como dar a conocer y fomentar la importancia de la correcta gestión de los RAEE mediante las campañas de comunicación e información mencionadas anteriormente.

En el caso concreto de Castilla La Mancha, ERP España empezó a operar en 2007. Desde entonces, hemos recogido y gestionado adecuadamente más de 20.000 toneladas de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos. En todos estos años, también hemos llevado a cabo diferentes actuaciones de concienciación en colaboración las diferentes administraciones.

Igualmente, nuestro SCRAP de residuos de pilas y acumuladores también opera en la comunidad desde 2009, habiendo recogido más de 1.000 toneladas de residuos de pilas portátiles desde entonces.

Por qué es importante el correcto reciclaje de RAEE

Los residuos que no se gestionan correctamente suponen una pérdida de recursos para toda la sociedad. Y esto, en el caso de los RAEE, conlleva una responsabilidad aún mayor. Algunos componentes de los RAEE son potencialmente peligrosos para el medio ambiente si no se gestionan adecuadamente, siguiendo procesos de descontaminación en las plantas habilitadas para ello. Igualmente, los RAEE  también se componen de metales y otros materiales escasos y valorizables que se pueden recuperar para reintroducirlos en el proceso productivo, evitando tener que extraerlos de la naturaleza, una labor que exige un consumo energético hasta un 80% superior al que tiene reciclarlos.

Además, por su propia idiosincrasia, muchos RAEE son un residuo reutilizable en un porcentaje elevado, aunque sea en usos menos intensivos que aquellos para los que fue diseñado en origen. Por ejemplo, reutilizar dispositivos de IT en el ámbito asistencial o educativo, frente a su uso empresarial original, o electrodomésticos en segundas residencias donde su uso esporádico no interfiere con su correcto funcionamiento.

¿Cómo encaja su entidad en las medidas impulsadas desde el gobierno de CLM que vienen marcados por la Ley de Economía Circular?

Los objetivos y medidas propuestos para los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE) por parte del Gobierno de Castilla La Mancha ya en su origen se centraban por un lado en la prevención;  y, por otro, en la gestión de los RAEE generados, procurando reciclar la mayor cantidad posible de materiales contenidos en dichos residuos. Todo esto encaja a la perfección con los postulados de la Ley de Economía Circular.

En este sentido, la Responsabilidad Ampliada del Productor (RAP), cuyo cumplimiento vigilamos desde los SCRAP, trabaja perfectamente alineada con estas máximas. La RAP ha demostrado que es una manera exitosa de gestionar los residuos. Históricamente, ha estado más enfocada en aumentar los ratios de recogida selectiva y reciclaje, es decir,  cuando los productos se han convertido ya en residuos, pero también deben enfocarse esfuerzos a los momentos anteriores promoviendo la aplicación efectiva del principio de jerarquía, fomentando la prevención, la durabilidad o la reparabilidad. En este sentido desde ERP trabajamos desde hace años para lograr incrementar los ratios de Preparación para la reutilización en los RAEE en línea con los objetivos marcados por la normativa.

ERP en particular mantienen un contacto estrecho con todas las administraciones para colaborar en la medida de lo posible con los objetivos nacionales y regionales de economía circular.

¿Qué le parece que se impulsen estas medidas desde las instituciones?

Es fundamental. Los planes de Economía Circular requieren de la involucración y la colaboración de toda la sociedad para que el engranaje funcione, desde el ciudadano, las administraciones publicas, los gestores de residuos, los productores, la distribución. Los SCRAP tenemos experiencia en este sentido ya que en nuestro día a día trabajamos codo con codo con administraciones públicas, gestores, productores, distribuidores para cumplir los objetivos de reciclado y reutilización de nuestros productores, involucrando con campañas específicas al consumidor para cerrar el circulo.  

Solo así nuestra sociedad puede tener cada vez consumidores con mejores hábitos de consumo y de reciclado, un paso fundamental para que consigamos avanzar hacia un modelo de economía circular..

Además, esta simbiosis nos permite maximizar también los procesos incrementando la reutilización y siendo más eficientes en reciclaje, maximizando la recuperación de materiales y componentes.

¿Cuál es el mayor reto al que se enfrenta su entidad?

Sin duda, el gran reto de las organizaciones que, como ERP, trabajan para garantizar la correcta gestión de nuestros residuos es conseguir aumentar los ratios de recogida selectiva de las diferentes fracciones de RAEE. En ello confluyen muchos elementos: operativos, sociológicos, demográficos, nivel de consumo,etc., aunque las claves fundamentales para mejorar los ratios siguen siendo aumentar la concienciación de los usuarios finales y facilitar al máximo el acceso de los consumidores a los puntos de recogida.

En este sentido, la mejora y aumento de la capilaridad de las redes de recogida, por ejemplo, a través del aumento de los puntos limpios móviles y la posibilidad de depositar el residuo en las tiendas de electrónica, han demostrado grandes resultados. Lógicamente aún existe  margen de mejora y sigue siendo necesario trabajar en la sensibilización medioambiental. Por ejemplo, una parte importante de los consumidores desconocen en detalle la variedad de residuos que denominamos RAEE (que incluyen tóner o tarjetas de crédito, por poner dos ejemplos más atípicos), así como las ventajas reales que conlleva para el medio ambiente la correcta gestión de nuestros residuos eléctricos y electrónicos (minimizar la huella de carbono, reducir el impacto de los vertederos o la sobreexplotación de recursos naturales, entre otros).

Queda aún muchas éreas donde podemos mejorar sectorialmente, pero nuestra percepción como parte integrante fundamental del sector es que, sin duda, vamos por el buen camino.